Escribe: Camilo Chun –Pin Chang – Cónsul General de la República de China (Taiwán) en Ciudad del Este
Se pasaron cuatro años desde el inicio de la pandemia del COVID-19, el combate contra el virus ha dejado en claro que la cooperación global es esencial para hacer frente a los desafíos de salud colectiva. Este año se conmemora el 75º aniversario de la OMS, lo que lo convierte en una excelente oportunidad para mejorar los esfuerzos de salud pública y trabajar para lograr el objetivo final de ¨Salud para Todos¨.
La cooperación global y la inclusión de todas las partes interesadas son fundamentales para garantizar una respuesta efectiva a las emergencias de salud pública. La salud es un derecho humano fundamental que debe ser protegido y promovido por todas las naciones del mundo.
Taiwán, como un país responsable y comprometido con la salud global, ha demostrado su capacidad para hacer una contribución significativa a la salud mundial, ha demostrado ser un valioso socio en la lucha contra el COVID-19, pero a pesar de sus esfuerzos, se sigue excluyendo su participación en la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) y en otras reuniones y mecanismos importantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a consideraciones políticas injustificables. Esta exclusión compromete seriamente el derecho a la salud de los 23 millones de taiwaneses y obstaculiza los esfuerzos de la OMS para hacer que la arquitectura de salud global sea más resiliente en la prevención, preparación y respuesta ante emergencias sanitarias.
Taiwán está dispuesto y capacitado para brindar ayuda en donde haya necesidad, continuará actuando como una fuerza de bien en el mundo para ayudar a reforzar la resiliencia de la red mundial de la salud.
Es crucial que se permita la participación plena de Taiwán en la AMS y en todas las actividades de la OMS, ya que su experiencia y conocimientos en la salud pública podrían ser de gran valor para la comunidad internacional. Taiwán ha demostrado su capacidad para prevenir y controlar enfermedades transmisibles, incluyendo el SARS, y ha desarrollado tecnologías innovadoras y soluciones de salud que pueden beneficiar a personas en todo el mundo.
Además, la exclusión de Taiwán de la AMS y de la OMS no solo es una violación de los derechos de Taiwán como nación soberana, sino que también es perjudicial para la salud global. La salud no conoce fronteras y la cooperación internacional es esencial para combatir enfermedades transmisibles y para mejorar la salud y el bienestar de las personas en todo el mundo.
Por lo tanto, es esencial que los aliados diplomáticos y socios de ideas afines de Taiwán apoyen su participación en la AMS como observador y en todas las reuniones, mecanismos y actividades de la OMS.
Es hora de que la comunidad internacional reconozca y valore la contribución de Taiwán a la salud global y le permita participar plenamente en la toma de decisiones y en la implementación de políticas de salud pública en todo el mundo.
Camilo Chun –Pin Chang –
Cónsul General de la República de China (Taiwán) en Ciudad del Este
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