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Isabelino Cañete, centrodelantero goleador, potente y con carácter

Última actualización el 14 de julio de 2022

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: Isabelino Cañete, el penúltimo en cuclillas, en el equipo de Cerro de Franco con grandes figuras del momento como Joel Cáceres, Eliodoro Yesa, Pedro González, Derlis Soto, Wilfrido Miranda entre otras.

Norteño por naturaleza, comenzó muy temprano en el fútbol y alcanzó el pico más elevado jugando en el Alto Paraná.  Era sinónimo de mucha potencia, velocidad, batallador, hombre de área, con juego vertical. Integró el equipo campeón de Cerro de Franco del ’97, el que ascendió a Intermedia. Recorrió varios clubes y se lució jugando en la selección Paranaense.

Isabelino Cañete brilló en Cerro de Franco, club con el que coronó tricampeón. Más de dos décadas de su vida dedicó a su pasión, el fútbol. Su gran calidad de goleadora y la potencia física fueron pilares para ser tenido en cuenta en la selección Paranaense. Fue componente de clubes con figuras recodadas del balompié del Alto Paraná, quienes jerarquizaron el fútbol esteño.

Inicios: “Yo comencé a los 12 años, fue mi primer fichaje en el club Sol de Mayo. A los 16 años debuté en primera, cuando nuestro técnico era el profesor Roberto Santos. Después me llamaron para integrar la selección Rosarina, categoría juvenil  para disputar el nacional de Interligas. Por allí me vieron y después fui a jugar en Nacional de la Liga Canindeyú, Agapito Ferreira fue mi entrenador en ese club. Luego pasé a otros clubes hasta que vine a Hernandarias para jugar en el club Nacional. Posteriormente, en el ‘92 fiché por Cerro de Franco, vivía en el club junto con otros varios compañeros. Cuando llegué para la prueba encontré que estaban 12 delanteros, dije a mí mismo, cómo haré para quedarme y ganarme un puesto. Salí campeón tres veces, incluido el del ascenso a Intermedia, en el ’97”.

Agregó: “En el ’98 seguí un tiempo en Cerro, después pase a Tupí Guaraní, luego me fui a Caarendy, volví a Hernandarias. Y en el 2005 me dejé del fútbol, cuando Joel Cáceres me llamó para ir a jugar en su club, el Sportivo Campo 9. Integré la selección Paranaense del ’93 y ’95”.

Apodo: “El motivo de mi apodo tiene que ver con mis características en el cancha. Tenía mucha potencia, me gustaba disputar con fuerza el balón, chocar, llegar al arco y marcar goles. Por eso Flaviano Díaz comenzó a llamarme de Toro hasta que me quedé con ese mote”.

FICHA

Nombre: Isabelino

Apellidos: Cañete Gutiérrez

Apodo: Toro

Fecha de nacimiento: 02/07/1966

Lugar de nacimiento: Puerto Rosario, San Pedro

Esposa: Gabriela Marisol Moré

Hijos: Tamiris  e Igor

Puesto: Centrodelantero

Estatura: 1,75 m

Trayectoria: Sol de Mayo (Liga Sampedrana), Nacional, Atlético Juventud, Gral. Caballero (Liga Canindeyú), Nacional, Independiente (Liga Hernandariense), Cerro de Franco, Tupí Guaraní, Boquerón (Liga Paranaense), Gral. Caballero, Dr. Mallorquín, Sol Naciente (Liga Caarendy), Sportivo Campo 9 (Liga Deportiva Campo 9), selección Paranaense, Santarriteña y Canindeyú.

Isabelino Cañete.

Logros: campeón con Nacional de la Liga Canindeyú en 1988 y 1989; campeón con Juventud de la Liga Canindeyú en 1990, .campeón con Cerro de Franco de la Liga Paranaense en 1992, 1993 y 1997; campeón con Nacional de la Liga Hernandariense en 2002; campeón con Sportivo Campo 9 de la Liga Deportiva Campo 9 en el 2005.

Ayer y hoy: “Creo que el nivel de jugadores es diferente, antes costaba más llegar a jugar en Primera y ser convocado a la selección. Hoy, los que deberían foguearse en juvenil, ya están en Primera, es fácil llegar a la selección, sin que se tenga la preparación necesaria. Entonces, eso le saca jerarquía al propio jugador y al equipo”.

Regalos del fútbol: “A través del fútbol conquisté muchas amistades, gente que buena, que vale la pena, son amigos verdaderos, y tengo en todas partes”.

Un técnico: “Eduardo Rivera, fue mi técnico en la selección Paranaense, aprendí mucho de él. No puedo dejar de mencionar a Hugo Arsenio González y Eladio Zárate, grandes profesionales, con quienes aprendí la disciplina, el cuidado personal, a jugar con inteligencia en la cancha, porque trabajaban bien. Además de ser técnicos, eran amigos de los jugadores, pero sabían imponer su autoridad cuando se trataba de trabajos”.

Anécdota: “Recuerdo que nos preparábamos para un partido contra Sol de América, en el ’94.  Estábamos recibiendo indicaciones de Eladio Zárate, estaban Abraham Ocampos, Pedro  “Canoero” González y yo. El profesor nos dijo que cuando hay pelota parada a nuestro favor, un delantero debe picar en el primer palo. Allí Pedro dijo ‘Yo profe voy picar en el primer palo’. Zárate le respondió, no vos vas  estar conmigo en el banco”.

Agradecimientos:  “A los dirigentes de Cerro de Franco, porque me dieron la posibilidad de jugar y sobresalir”, enfatizó

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