Última actualización el 14 de julio de 2022
En su recorrido como futbolista conquistó consagraciones en diferentes país, incluido en el suyo, Uruguay. Tuvo auspicioso paso por Olimpia hasta que buscando mejor porvenir se afincó en la tierra de El Mensú. Fue un carrilero derecho de idas y vueltas, temperamental, y con dotes para dirigir. Estuvo con otros jugadores que hicieron historia en el fútbol paranaense, colgó los botines, pero no dejó el fútbol.
Eduardo Rivera fue un lateral-volante que recogió satisfacciones y también las brindó a varios equipos. El balompié paranaense se privilegió con su presencia en clubes como Minga Guazú y 3 de Febrero, también integró la selección verdolaga.
Como entrenador dirigió diferentes clubes locales y también a la selección Paranaense. En los últimos tiempos dejó su sello de
entrenador en Cerro de Franco, al que además de llevarlo a Primera División, lo salvó del descenso de la categoría Intermedia, un año antes de la histórica consagración, temporada en la que hizo lo propio con 3 de Febrero.
Inicios: “Debuté a los 17 años en Primera, en el equipo de Rampla Juniors de Uruguay. Hugo Bagnulo fue el técnico que me dio la oportunidad de jugar en Primera. Jugué allí tres años, después fui a Colombia, México, España. Volví al Uruguay para jugar en Peñarol, hasta que en el 1 de enero del ’75 fiché por Olimpia”, recordó Rivera.
“Por cuestiones comerciales vine al Alto Paraná, jamás ni soñé quedarme por aquí. Era un lugar que comenzaba a prosperar
comercialmete. Al final me quedé y sigo aquí hasta ahora. Aquí jugué en Minga Guazú, 3 de Febrero y en la selección Paranaense. Después de dejar el fútbol, me dediqué al comercio, pero como técnico sigo trabajando, porque es lo que me gusta y me hace sentir bien”, agregó.
Apodo: “Ovecha (Oveja) era mi apodo como futbolista, me dieron ese mote cuando era jugador”, dijo entre risas.
Ayer y hoy: “Hay gran diferencia en el fútbol de antes y ahora. Hoy hay mayor despliegue físico, los sistemas tácticos cambiaron, porque el fútbol evoluciona. Actualmente en muy competitivo, cualquier equipo, hasta el más chico puede ganar a uno mejor preparado. Todo se ha equiparado. Antes, era pura inspiración del futbolista, creatividad”.
Regalos del fútbol: “El fútbol me dio grandes amigos, me dio la posibilidad de recorrer el mundo, hice lo que siempre me gustaba”.
Un técnico: “Hugo Bagnulo, me inicié con él en Primera División. Era un profesional técnico adelantado del fútbol”.
Anécdota: “Cuando tenía 17-18 años, el técnico me enviaba a ver a los rivales. Y tenía que llevarle las anotaciones sobre el adversario. El veía en mí que tenía condiciones de dar lectura a un partido, inclusive, un día me dijo, tu serás técnico cuando dejes el fútbol y así fue”, refirió.
Mensaje para la juventud: “Es simple y sencillo para ser futbolista. Hay que tener dedicación, responsabilidad y fijarse una meta. Si no se sabe cuál es el objetivo no se llegará a ningún lado”.
Agradecimientos: “A mis padres, su apoyo fue fundamental en mi vida”.
FICHA
Nombres: Eduardo Héctor
Apellidos: Rivera Mort
Apodo: Oveja
Fecha de nacimiento: 28/05/1951
Lugar de nacimiento: Montevideo, Uruguay
Esposa: Hilda Monges de Rivera
Hijos: Javier, Maximiliano, Alejandro, Francisco y Ono
Puesto: Volante-lateral derecho
Estatura: 1,75 m.
Trayectoria: Rampla Juniors (Uruguay), Junior de Barranquilla
(Colombia), Atlante (México), Granada (España), Peñarol (Uruguay),
Olimpia (Paraguay), Minga Guazú y 3 de Febrero (Liga Paranaense) y
selección Paranaense.
Logros: Como futbolista: Campeón con Rampla Juniors en 1968, campeón
con Junior de Barranquilla en 1970, Campeón y ascenso con Granada en
1972, bicacampeón con Peñarol en 1973 y 1974, campeón con Olimpia en
1975. Como director técnico: Campeón de Campeones con la selección
Paranaense en 1991, campeón con El Mensú en el 2004, campeón y ascenso
a Primera con Cerro de Franco en el 2011.
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